miércoles, 11 de diciembre de 2013

Buscando entre el cajón, te encontré

Entonces revolcaba el cajón en busca de algo, algo que no sabia exactamente que era. Y después de un rato entre fotos y canciones, entre poemas y objetos de esos que conservamos para ocultar o guardar como tesoros, te encontré.
No sabia que era lo que quería, porque en realidad mi búsqueda no tenia un fin determinado y cuando había comenzado a buscar no sabia que lo estaba haciendo. Pero ahí estabas tu y de un momento a otro y sin muchas explicaciones empezaste a ocupar mi cabeza y mi corazón.
Y empecé a dejar a un lado todo lo demás que había en aquel compartimento de madera para seguirte en medio de la maraña de objetos. Y si en algún momento te perdía entre los recuerdos, comenzaba casi de inmediato a echarte de menos y te buscaba como loca hasta volverte a tener frente a mi.
Algunos días, después del amanecer, me sentaba en la vieja silla de la habitación a leer mi libro favorito, como intentando encontrar en el una respuesta al rebrujo de pensamientos de mi cabeza.
No creas que no sentí miedo, veía los chinches, los ganchos y los lápices filudos que había en el cajón, y me asustaba un poco de volver a meter mis manos allí, para encontrarte. Pero lo tuyo, lo tuyo era mucho mas fuerte que cualquier obstáculo que mi mano tuviera que sortear para encontrarte en aquel cajón y sentía esa necesidad indescriptible de arriesgarlo todo.
Una mañana me levante decidida a que no fueras mas parte de un pasado guardado y oculto en mi mesa de noche. Abrí el cajón y mi mano empezó a buscarte, esquivando lo que a su paso encontraba y amenazaba con lastimarla. Y apenas te vi, te tome de las manos y te saque de aquel laberinto y no hubo mas cajones, ni mas búsquedas; porque aquella mañana te convertiste en mi presente, porque aquel día tu búsqueda y la mía terminaron por el simple hecho de que tu y yo “andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”.
Nunca tendré la certeza de lo que paso aquellos días en que buscaba sin buscar y te encontré, pero si algo puedo asegurar es que en medio del mar de aquel cajón yo encontré el amor contigo.

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