El recuerdo está más vivo que nunca.
Añoro sentir la arena rozándome los pies, sentarme eternos minutos a contemplar el mar y el horizonte infinito; sentir la espuma del agua mojar mis pantalones, el canto armonioso de las gaviotas y la fuerte brisa acariciando mi piel.
Es como si la libertad se hubiera ido, como si hubiera quedado en el recuerdo.
Extraño la libertad de mi tiempo, la libertad de mi movimiento, extraño no tener que planear nada, no tener presión alguna. La libertad es un recuerdo, recuerdo…
El recuerdo está más vivo que nunca, el recuerdo marca una diferencia con el presente alborotado y el futuro incierto.
El recuerdo ya se fue, el recuerdo es pasado, vivo, pero pasado.
El recuerdo es un instante que se me escapo, que ya no está más.
El recuerdo es algo que tuve y ya no tengo.
El recuerdo es un lugar en el que estuve, pero en el que ya no estoy.
El recuerdo está vivo, pero yo no estoy ahí.
El recuerdo es algo que añoro, algo que extraño, algo que recuerdo, es solo eso, solo un recuerdo…
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