domingo, 8 de noviembre de 2009

Filipo: la historia de los fantasmas de corredores

Ya lo había vito, hace un tiempo en algún corredor de este inmenso lugar. Yo estaba sentada tomando café y leyendo. De cuando en cuando levantaba la cabeza para mirar a la gente que pasaba. En una de esas idas y venidas de mis ojos al papel y de mis ojos a la gente que pasaba lo vi a el. Volvió a llamarme mucho la atención como se parecía a Filipo. Re4corde la primera vez que me lo encontré andando en medio de las masas que caminaba por los pasillos de la facultad; me acorde de lo que había pensado en ese instante en el que la vida había cruzado nuestros andares.

Lo mire por varios segundos, sin darle mucha importancia. De nuevo me di la vuelta y ahora nuestras miradas se cruzaron. Me ensimisme leyendo el libro, observe el reloj, aun llovía y debía empezar a vender antes de entrar a clase.
Tome mis cosas y me dirigí hacia él, que tanto se parecía a Filipo. Camine despacio y llegue hacia el. Le hable y me respondió que no quería nada de comer. Pase a ofrecerle a la pareja que estaba a su lado. Mientras ellos decidían que iban a comer yo observaba al falso Filipo, ahora desde más cerca. En algún punto me devolvió la mirada, yo me di la vuelta, cerré el negocio y camine hacia la otra esquina de la sala. El ritual de mirarlo mientras vendía se repitió varias veces y finalmente yo termine y Salí camino al siguiente piso.


Pensaba en los fantasmas del pasado que constantemente me perseguían por las calles para que yo todo el tiempo recordara lo que había aprendido y lo que nunca podía volver a hacer. Pensaba en las personas de los buses, que a veces se parecían a las personas que existían en mi presente igual que Filipo. Una vez más aparecían para mostrarme que voy siguiendo las señales que la vida me está poniendo. Aparecen para marcar mi camino y para que no olvide cada huella que ha sido dejada y cada huella que se irá dibujando al andar.

Me persiguen como llamándome a compartir con ellos el futuro y si las cosas siguen así lo que hoy es solo un sueño, un sweet summer con fantasmas que aparecen en los corredores o en las calles, muy pronto será una realidad. De nuevo me encontrare con lo que hoy aparece como parte de mi futuro, pero que en otros momentos fue mi presente y alguna vez también mi pasado.

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