viernes, 31 de julio de 2015

Giro 360º

Mientras tomo café, abro el libro y lo primero que encuentro es un pequeño papel con aquel poema, que un día recibí por correo. Entonces el tiempo retrocede en mi cabeza como la cinta de un viejo casette. Aun después de tanto tiempo me pregunto si volver era la respuesta a aquel gran misterio. Empiezo a sentir cosquillitas en el estomago al recordar que aquellos días, cerca de partir, me sentía como me siento hoy a unos 365 días de distancia en el tiempo, a futuro. Hay algo en los días de verano que poco a poco se acomodan en estas montañas, que tiene un aire particularmente familiar y me recuerda un poco a aquel momento antes del final. Tal vez nunca comprenderé si la respuesta era haber atendido aquel llamado, o si una noche mas en la ciudad sincrónica hubiera cambiado mi rumbo para siempre. No me mortifico, solo asumo lo que decidí el día que volví a volar, sin saber que el regreso podría estar tan cerca. Ahora me detengo en cada detalle, en las letras de las canciones, en los versos de los poemas, en las conversaciones de la gente por la calle, siento el viento rozando mi cara y no paro de soñar y de llenarme la cabeza de ilusiones en forma de avioncitos de papel y fotografías. El sol se oculta para dar paso a la lluvia y luego al arcoíris, y me parece que es como el sube y baja de emociones que dan paso a los días en este lugar, unos soleados, otros lluviosos…¿qué mejor forma de explicar como se siente uno, que meteorológicamente?. Me invade esa sensación inexplicable y entiendo que en este libro esta todo escrito y que la única forma de saber hacia donde vamos es continuar leyendo, incluso aun cuando las palabras se arremolinen y formen tormentas ilegibles en nuestra cabeza, o en aquellos momentos en que la lectura se hace tediosa y monótona. Avanzar y seguir leyendo es la única respuesta, es la única forma de conocer el verdadero destino del personaje principal de la historia. Entonces vuelvo, relaciono, entrelazo, me equilibro, respiro profundo, asumo que mi felicidad es solo mia y brindo por una perspectiva y una retrospectiva sincrónica, que quiero seguir leyendo en este, mi libro.

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