domingo, 7 de marzo de 2010
desde el circo del rock
La generosidad es alucinante, son cosas que uno jamás imaginaria que podrían pasar, pero están pasando en este preciso instante. Ahora que vivo todo de adentro, en parte puedo entender y darme cuenta de lo maravilloso que es esto a lo que pertenezco. Pero mas allá de hablar de pertenencia lo importante es abrir los ojos y darse cuenta de las oportunidades que tiene la vida para nosotros si se nos da la gana de verlas. Si tan solo entendemos que están a nuestro lado esperando a ser invocadas, buscadas y encontradas todo podría ser un poco diferente. La gente se arriesgaría mas al cambio, dejaría de tenerle miedo y pensaría en él como una espectacular oportunidad para ser alguien mejor. Podríamos comenzar a disfrutar más el tiempo que pasamos con las personas, aunque estén lejos y las veamos poco, descubriríamos las maravillosas cosas que puede aprender uno de alguien con quien comparte un mate, unas pocas palabras o un largo día de paseo por una ciudad. Entenderíamos un poco que las cosas en la vida no son blancas o negras, el hombre actúa de determinadas formas según la situación en la que se encuentra, el lugar o su estado de ánimo, no hay verdades absolutas y cada regla tiene su excepción, incluso aquellas que nosotros mismos pusimos en nuestras vidas. Comprenderíamos que las mismas barreras que el hombre puso son aquellas que el mismo puede quitar, una vez más si se le da la gana de hacerlo.
Ahora solo me queda agradecer, por cada una de las cosas que he recibido de ustedes. Hoy son parte de mi vida y de lo que soy yo, he aprendido mucho de cada uno y sé que donde quiera que yo este, o donde quiera que ustedes estén la amistad que poco a poco se ha ido forjando crecerá más, porque todos hemos salido en busca de estas oportunidades, las hemos aprovechado y hemos hecho de ellas grandes proyectos y grandes cosas que hoy están cambiando en pequeñas dosis el mundo.
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