jueves, 26 de noviembre de 2009

Un nuevo solsticio




La vida me puso a prueba una vez más, nuevamente 15 días antes de irme de viaje. Comencé a sentir cosas por él y recordaba que un año atrás había pasado exactamente lo mismo con otra persona. Eran esas cosas las que me desestabilizaban y me hacían cuestionarme antes de marcharme. Esta vez todo fue peor, fue una tentación mayor porque al parecer los sentimientos fueron mutuos. Miradas, comentarios, charlas y algunos abrazos. En el momento decisivo algo paso, porque yo ya había tomado la decisión de no seguir por que él no me convenía. Aunque fui fuerte ante la prueba tengo el corazón como apachurrado, como pisoteado. Aunque esta mañana me había levantado dispuesta a algo que podría cambiar una historia, reaccione diferente a la hora de enfrentarlo porque había pensado 10 mil veces antes, había analizado las terribles consecuencias de subirse al tren dejando a un amor esperando en el andén de la terminal, mucho más un amor que desde antes de serlo ya sabía cuando daño me habría podido hacer. Tal vez sea una guerrera, tal vez una cobarde que se rindió segundos antes de que la batalla comenzara. Esta es otra de las tantas cosas que se fue. A lo mejor solo llego para hacerme un poco más fuerte, aunque sienta unas inmensas ganas de llorar, aunque me duela el alma, aunque mi corazón este una vez más de pelea con mi cabeza. No queda más que seguir caminando, por la carretera, tratando de borrar las inmensas ganas que tengo de tirarme en sus brazos y pasar horas escuchándolo y mirándolo. Es un nuevo solsticio, el comienzo de un nuevo ciclo. Seguiré andando tratando de reírme de la malvada carcajada dibujada en la cara con la que me mira la vida en este momento.

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