El dia que el cielo lloraba en la ciudad perdida...

El cielo lloraba en la ciudad perdida, mientras caminaba de un lado a otro esperando, sentia las gotas golepar en el piso y saltar a mis pantalones, mire el reloj un par de veces.
Llego, pasamos por el estrecho corredor y entramos en el rellano del lugar, ahora el cielo lloraba mucho mas fuerte que antes.
Adentro estaba oscuro, unas pocas velas iluminaban el lugar, buscamos una mesa vacia y nos sentamos. Sentia mis pies congelados. De pronto lo que antes eran segundos, minutos y horas desparecio. El tiempo numerico que siempre nos frena o nos acelera ante la vida, se fue, se esfumo!. Dejo de importar, cambiamos numeros y nombres por historias, personas, lugares, cuentos, momentos, ideas, sentimientos y sueños.
La ciudad perdida dejo de transcurrir, se quedo estatica mientras estabamos en aquel lugar. No habia afanes ni retrasos, no existian los relojes y nadie se acordaba del nombre de los dias. A lo mejor ahora si estabamos vivos, a lo mejor olvidarnos de la ciencia por un momento hacia que las los espiritus volaran libremente en la oscuridad alumbrada por el fuego y pudieran sentir mas.
Con un hilo de voz, las palabras se fueron desvaneciendo, hasta que llego el silencio, las gotas golpeaban en el techo, no era un sonido molesto, estabamos mas vivos que nunca, eramos concientes de lo que nos rodeaba. Ya no sentia frio, sin embargo, nadie me abrazaba. El silencio nos acobijo, no era necesario hablar por que no todo hay que decirlo con palabras.
Y seguia la cuidad perdida, ahi en algun lugar, en algun momento, con el cielo llorando, en la oscuridad de un bar las almas, sin nombres, sin tiempo, sin numeros, sin correr y sin parar, simplemente vivas.